Esta vez su tarta, que era muy grande y dio para que comiésemos 40 personas y sobró..., era una excavadora.
Ya os he contado en otras ocasiones, lo que le gustan los vehículos que llevan sirena, hacen ruidos... después de la ambulancia de sus 2 años, y de haber realizado un camión de bomberos para Nacho por su cumple, decidí probar suerte con la confección de una excavadora.
¡Todo un reto!
El interior: bizcocho de vainilla con ganaché de chocolate, bañado con un suave almíbar porque era para niños.
El brazo de la grúa, al contrario de lo que se puede pensar... no era "puro fondant", si no que para que se pudiera comer con "gusto", realicé un crujiente de nubes y arroz inflado que fue las delicias de los más grandes.
Os dejo una foto de uno de los cortes de la tarta para que veáis cómo estaba hecha.
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